En este post comentamos algunos aspectos de cómo se pueden relacionar los hobbies y aficiones con la familia

Al igual que los hobbies, si absorben mucho tiempo y entusiasmo pueden influir negativamente en las relaciones familiares, también pueden, al contrario, ayudar a la convivencia con la pareja o con los hijos. Esta demostrado, por ejemplo, que el que los padres compartan juegos con los hijos pequeños, es beneficioso para la relación emocional y el desarrollo de los niños. Muchos de los juegos entrarían en la categoría de hobbies, como son los juegos de fichas, de cartas , videojuegos o los temáticos, también jugar a diversos deportes: tenis, fútbol,baloncesto, etc….(https://www.way.org.my/files/youth_issues/Youth%20and%20Leisure%20Time%20%20Activities.pdf)

La influencia de los padres en los hobbies que pueden desarrollar sus hijos no debe ser subestimada. Aparte de inclinarlos hacia un hobby determinado, el ejemplo que pueden dar mostrando entusiasmo por dicha afición y compartiéndola con el hijo o hija, puede ser definitivo. Esto es muy evidente en los hijos que “heredan” su afición o pasión por seguir a un equipo deportivo determinado, al que sus padres siguen porque ya lo hacían los abuelos. . Es cierto que, según se hacen mayores, los hijos se apartan de los padres, en todos los sentidos, pero el vínculo del hobby a veces se mantiene, aunque sea de manera más esporádica.

Por otro lado, la relación de pareja puede beneficiarse de hobbies compartidos, que de practicarse por separado podrían incluso, como ya se ha comentado, provocar conflictos de tiempo. Muchos hobbies se pueden practicar en pareja, es decir de dos, como diversos deportes de raqueta o juegos de fichas. En otros muchos la pareja se puede integrar junta en un grupo, como es cantar, actuar, ir al cine, ver deporte, ir en bicicleta, hacer gimnasia, etc…. Por supuesto, esto no impide que cada uno tenga de forma independiente otro u otros hobbies. Aunque a menudo, inicialmente sólo uno de los dos practica el hobby, si sabe comunicar su entusiasmo y la pareja se interesa en participar, al final podrán ambos compartir la afición, lo cual mejora la relación y refuerza los lazos.  Compartir un hobby puede facilitar la conciliación de la afición con la vida familiar y laboral.

Por último, si es toda la familia:  padres e hijos y, ¿porqué no?, otros familiares cercanos, la que participa conjuntamente en el hobby, los beneficios pueden ser aún mayores.

Conlcusión

Los hobbies pueden ayudar a la relación entre padres e hijos y también entre la pareja.  Practicar un hobby en familia puede ser algo divertido y beneficioso.

 

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