En este post comentamos algunos aspectos de interés para que el aficionado comprenda la distancia que le separa del profesional

Los comentarios siguientes están basados principalmente en los conceptos expuestos por el conocido especialista en ocio RA Stebbins  (seriousleisure.net)   Sabemos lo que es un profesional: una persona que con la actividad que realiza gana dinero, siendo lo más habitual que dicha actividad sea la base de su subsistencia. Sabemos qué es el amateur: persona que realiza una actividad parecida o igual a la del profesional, pero sin ganar dinero, simplemente por gusto.   El concepto aficionado , por un lado es idéntico al de amateur, pero en español también se refiere a personas que disfrutan de una actividad realizada por otros ( aficionado a ver deporte, a escuchar música, etc).

Por último está la palabra hobbista, que no existe en español y que hemos tomado del inglés hobbyist, es decir alguien que practica un hobby  y que tiene muchos o casi todos los puntos en común con aficionado o amateur.   Con el amateur se podría señalar como diferencia principal  que existe un equivalente profesional y con el hobbista no lo hay y que, dudosamente, el amateur practica con mayor seriedad el hobby.   Entre hobbista y aficionado la única diferencia estribaría en que el hobbista no cabe duda de que es un practicante de hobbies en tanto que el término aficionado parece tener un significado algo más amplio y ambiguo.

Por los comentarios anteriores creemos que debería adoptarse la palabra hobbista, en español, como se ha hecho con hobby, ya que aquella es la que define más exactamente a las personas que realizan un hobby.

Aparte del interés semántico o conceptual de estos términos, lo que nos interesa es destacar las diferencias entre la persona que practica una actividad como profesión y la que la practica por afición. Cuando un aficionado tiene un profundo interés en el hobby que realiza, en ocasiones siente la tentación de comparase con profesionales, generalmente los de mayor nivel.  Esto puede producir cierto desánimo, ya que la realización del aficionado suele hallarse muy lejos de los niveles de calidad alcanzados por el profesional.

Por ello es importante que el aficionado o hobbista conozca con quien se debe comparar o qué metas se debe poner.   Lo que puede hacer es mirar lo que hacen otros aficionados.

No obstante, hay que señalar que a veces hay aficionados muy dotados que alcanzan niveles iguales o superiores a los profesionales, tanto que ocasionalmente acaban haciendo de su hobby su profesión.

En resumen, el aficionado, amateur o hobbista, debería conocer sus limitaciones y moverse dentro del mundo de los aficionados y no de los profesionales.

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