En este post se comentan experiencias personales en el aprendizaje para tocar la bateria en edad adulta.

Aprender a tocar un instrumento en la edad adulta puede parecer una tarea frustrante  y quizá hasta un desafío imposible, pero con unas expectativas razonables y una cierta constancia cualquiera puede aprender a tocar un instrumento lo suficientemente bien como para que se convierta en uno de sus principales y más satisfactorios hobbies.

Qué es la batería y cómo se toca

La batería (instrumento de percusión) tiene varias ventajas sobre cualquier otro instrumento y una principal desventaja.

Por un lado se necesitan apenas 10 minutos para ser capaz de tocar un ritmo de rock básico que sirva de base a casi cualquier canción de rock & roll (Tim Ferris demostró que en 30 días se puede aprender a tocar lo suficientemente bien como para actuar en un concierto multitudinario con la banda de rock Foreigner).

Además no es necesario estudiar armonía ,  leer partituras de ritmos es muy sencillo y se puede aprender en apenas unas horas. Existe mucho material online gratuito y para comenzar a practicar tan solo se necesitan un par de baquetas y un pad de práctica (y ni siquiera esto es absolutamente imprescindible).

Por otro lado la batería es un instrumento voluminoso, difícil de transportar y en su versión acústica (y en mi opinión y la de mis vecinos en su versión electrónica también) necesita ser instalada en un espacio adecuadamente insonorizado.

Como cualquier otro instrumento (y gran parte del resto de hobbies) se recomienda empezar su práctica asesorado por un profesor que ayude a acelerar el proceso de aprendizaje y elimine posibles vicios y errores que, conocidos y tratados a tiempo, mejoraran y facilitaran enormemente su práctica.

Cómo conseguir el nivel para tocar la batería en público

Uno de los objetivos principales de aprender a tocar cualquier instrumento debería ser el de actuar en público y acompañado por una banda u orquesta. Para conseguir este objetivo en el menor tiempo posible se recomienda lo siguiente:

-Establecer unas expectativas razonables: proponerse tocar como Stuart Copeland* sería irreal y frustrante. Sin embargo proponerse tocar un ritmo de rock básico a un bpm (bits per minute o medida del pulso) moderado en un mes es un objetivo factible y razonable.

-Crear una rutina de práctica diaria y variada: es recomendable dedicar un mínimo de  20 / 30 minutos todos los días para consolidar la memoria muscular. Igualmente es necesario practicar las distintas áreas de estudio que ofrece la batería: ritmos y estilos, independencia, coordinación y técnicas y rudimentos.

-Que cada rutina de práctica sea deliberada y exigente: cada día se debe no solo consolidar lo aprendido anteriormente sino proponer un objetivo incremental, por pequeño que sea. Un ritmo un poco más rápido, una nueva técnica, realizar la práctica con la extremidad menos habitual, etc.

Tocar la batería (como cualquier instrumento) ofrece un universo de posibilidades, tanto en lo que se refiere a los estilos a aprender como en las posibilidades instrumentales.  Se puede empezar con los ritmos más sencillos, rock o pop (en compases 4×4) a velocidades razonables, pero igualmente se debería escuchar todo tipo de música y tratar de diferenciar los matices rítmicos entre, por ejemplo, el country, el jazz o el funky.

Con un poco de constancia y realizando una práctica deliberada se puede alcanzar un nivel suficiente para tocar la batería en un período de tiempo relativamente corto y desde luego se puede aprender a cualquier edad.

 

*Stuart Copeland es el virtuoso batería del grupo The Police.

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