Los autos clásicos, contrariamente a lo que su nombre indica, no pasan de moda.Restaurar vehículos antiguos es posiblemente uno de los hobbies más difíciles de sostener en el tiempo, y aunque puede que su magnitud sea menor que hace algunos años, sigue siendo el pasatiempo favorito de muchos ´fierreros´.

Restaurar un auto antiguo es un hobby, pero también un trabajo. Puede llevar mesescompletos, incluso años hasta quedar listo. Quienes lo llevan a cabo dedican mucho tiempo,esfuerzo y recursos para poder lograr el resultado esperado. Lo que se comienza adquiriendo un vehículo antiguo o clásico, esté en desuso o no, puede llevar un gasto importante para elproceso de restauración, y esto puede hacer que sea complicado sostener esta actividad en el tiempo. Sin embargo, para quienes mantienen este hobby, los vehículos a restaurar más que un gasto se convierten en una buena inversión. Además, a diferencia de lo que se cree habitualmente,restaurar autos es un pasatiempo que está al alcance de casi cualquier persona.

¿De qué se trata?

El proceso consiste en adquirir un auto antiguo o clásico en cualquier tipo de condición, aunque si se puede elegir mejor que esté en funcionamiento, y a partir de allí comenzar a investigar cómo reemplazar las partes, conocer si hay autopartes disponibles en elmercado, cómo adaptar las piezas que no se consiguen, entre tantos otros detalles que se van desdoblando paso a paso.No se trata de ser un experto en mecánica automotor ni en diseño, pero para que este hobby llegue a buen resultado, parte del proceso es informarse y conocer cada vez acerca de cadatipo de auto, las mejoras que se le puedan realizar, y la posibilidad de conducirlo en muchos casos. Y esta es la etapa principal, que tal vez lleva tiempo, pero es necesaria antes de comenzar con la restauración.

La belleza de la restauración

Quienes aman los autos clásicos y tienen por hobby mantenerlos en perfectas condiciones a través del tiempo, ven en ellos más que un medio de transporte. Los aficionados reconocen cualquier motor por su rugido, una pieza por su forma, una versión por su diseño… lo que se parece más a una obra de arte que a un vehículo.Además de restauradores, muchos son coleccionistas de coches antiguos, en especial si se piensan como bienes de inversión. En este sentido, el mercado ha incrementado la demanda especifica, lo que repercute en los costos de venta, pero especialmente de restauración. A pesar de ello, este es un hobby accesible a muchas más personas de lo que se piensa, ya que hay disponibles cientos de modelos clásicos, de todas las gamas y valores, esperando a ser restaurados.

Por supuesto, habrá modelos restaurados a valores exorbitantes, en especial si se trata de piezas únicas o que han pertenecido a personalidades de renombre, pero en la mayoría de los casos, se pueden conseguir ejemplares de todos los precios y versiones. De cualquier modo,este no es el objetivo principal de quien mantiene por hobby la restauración, ya que el foco está puesto en un punto diferente que por ejemplo el interés de un coleccionista.

Uno de los objetivos de la restauración de autos clásicos es lograr que el vehículo se vea tal como el original y pueda ser conducido y disfrutado en su totalidad. Para cualquier propósito,ya sea conducirse o guardarse como pieza de colección, todo vehículo debe estar asegurado. El seguro de autos es obligatorio y es el respaldo que tendrá el vehículo ante cualquier contingencia.En este sentido, suele ser más complejo conseguir una cobertura de seguros de autos que tenga varios años en el mercado, ya que se corren mayores riesgos. Hay sitios recomendados como Comparaencasa que permiten cotizar online y comparar aseguradoras que ofrecen seguros para autos clásicos.

Ejemplos de una pasión que une personas

Históricamente, quienes comparten algún hobby tienden a agruparse, a compartir experiencias y hasta armar clubes. Los aficionados coinciden en que restaurar autos antiguos es una pasión y raramente venderían alguno de los ejemplares que han restaurado, ya que el valor que tienen es emocional más que económico.

Hay algunos ejemplos de restauradores de autos antiguos que es menester mencionar por las circunstancias en que fueron desarrollados. Un gran exponente es Eduardo Jobet, un mecánico de motos, a lo que se dedicó toda su vida. Ya a punto de jubilarse y cansado de la rutina diaria, apostó por trasladar la experiencia adquirida en un hobby particular: restaurar autos clásicos .Con la pasión que le inculcó su padre por los autos antiguos, Eduardo adquirió una camioneta Ford A modelo 1929 y comenzó con su primer trabajo como restaurador. Él mismo expresó que es su cable a tierra y que es distinto que con el taller en el que siempre trabajó, ya que no hay plazos de entrega, “lo vas haciendo a tu ritmo, es un hobby lindo pero tenés que agarrarlo con tranquilidad”, manifestó.  Aunque el mecánico aclaró que lo suyo es un pasatiempo al que le pone toda su pasión,recomienda “no enamorarse del resultado final”, ya que tuvo un cliente que quiso la Ford A y se la vendió, para luego poder comprar un Ford Fairlane para restaurarlo completo. Así fuecómo se fueron enterando algunos interesados, por lo que empezó a restaurar otros autos.

Tanto se fue expandiendo esta pasión que Eduardo cuenta con gente que le ayuda con las restauraciones. Chapista, pintor, tapicero, así se fue conformando un equipo de trabajo que complemento al del mecánico. La particularidad de conformar un equipo es que un hobby implica dedicar mucho tiempo, meterse de cabeza en todo el proceso hasta ver el modelo terminado.“Cuando uno ve el resultado final obvio que se siente orgulloso”, sostuvo Eduardo. El mecánico no se dedica a una marca especial, y adelantó que su próximo sueño es restaurar un Torino oun Chevrolet Chevy. También ha restaurado modelos históricos de motos, como una Puma delos años ‘50, una famosa Guzzi, una Zanella Ceccato 150 cc, una clásica Gilera 150 cc y una Honda Dax que se encontraba en total estado de abandono. Recordó que la primera moto pequeña que fabricó se la compraron de un circo para el mono: “lo sacaban a la pista y daba unas vueltas en la motito”.

Un hobby que une fronteras

Muchos amantes de este pasatiempo coinciden en que no venderían sus autos restaurados,porque son coches que se arman con mucho amor y sacrificio, por lo que no se les puede poner precio.

Otro ejemplo es el de Rodolfo Soler, un rosarino que vive en Nueva York, pero viaja siempre a Cordoba para disfrutar del rally. En la ciudad de Rosario tiene sus ejemplares restaurados, y cada vez que viaja aprovecha para usarlos con su familia. Aprovecha para ver qué repuestos nose consiguen acá, para luego buscarlos en EEUU.    Un ejemplo más reconocido es el Club Gaba, en Río Cuarto. Un club que se dedica a larestauración de autos clásicos desde hace más de 30 años, con Nelson Barbero a la cabeza,quien sostiene que no se trata de dinero, sino que es un hobby como cualquier otro.

Desde Buenos Aires, Luis Rodríguez muestra orgulloso ante sus amigos el auto más antiguo restaurado, un Ford K de 1906. Lo destacado es que para estos modelos tan viejos no existen repuestos, por lo que hay que fabricarlos artesanalmente.Clelia Vaudagna y María Julia Orellano son madre e hijas amantes de los clásicos. Además de ser restauradoras, entienden de mecánica y aman conducir sus modelos restaurados, y lo hacen con gran énfasis en un hobby donde no abundan las mujeres. Conducen un Issar ´61, y fabricaron los repuestos que no se pudieron conseguir.

Si hay un común denominador que se comparte en el hobby de restaurar autos antiguos, ese sin dudas la pasión. Un pasatiempo que acerca experiencias,conocimientos, personas y llena de satisfacción a quienes lo practican.

Fuente: Comprarencasa

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