TOCAR UN INSTRUMENTO MUSICAL

tocar instrumento musical

Saber tocar un instrumento musical es un regalo maravilloso para toda la vida.  Pocas aficiones hay tan satisfactorias y perdurables.

CÓMO APRENDER A TOCAR UN INSTRUMENTO MUSICAL

Tocar un instrumento musical consiste en que, por medio de la utilización de dicho instrumento, se producen sonidos musicalesUn instrumento musical es un objeto que se utiliza para generar sonidos.

Según esta acepción todo objeto que suena podría ser musical, no obstante, comúnmente llamamos instrumento aquel que ha sido creado específicamente un único fin: generar sonidos musicales.

Tocar un instrumento musical implica preferiblemente leer partituras, texto parcial de una composición u obra musical, en la cual se representa a uno de los instrumentos o voces que integran la obra completa. Habrá tantas partituras como instrumentos y voces haya, y estas estarán compuestas por un pentagrama sobre el cual se ubicarán los componentes musicales de la obra, tales como notas, figuras, tempos, etc.

También se puede tocar un instrumento sin saber música ni leer partituras,  si se tiene una cierta facilidad natural o se utilizan ayudas tecnológicas.

A la hora de plantearse tocar un instrumento hay que pensar cuál se va a elegir, al menos inicialmente.

TIPOS DE INSTRUMENTOS

Existen diferentes formas de clasificar los instrumentos, aunque la más conocida es la siguiente:

Instrumentos de viento: saxofón, flauta, clarinete, trompeta, oboe, tuba, fagot, trombón, acordeón, etc,.

Instrumentos de cuerda: guitarra, arpa, violín, piano (cuerda percutida), lira, laúd, bandurria, ukelele, banjo, mandolina, cuatro, etc.

Instrumentos de percusión: batería, tambor, platillos, bombo, castañuelas, maracas, zambombas, claves, cajón, etc.

Instrumentos eléctricos: bajo eléctrico, guitarra eléctrica, theremín, sintetizador, etc.

Existe también la posibilidad de crear nuestros propios instrumentos, que pueden estar hechos de cartón, plástico, madera, etc.    

Es importante  señalar que hay una interfaz electrónica ,que permite que el ordenador interprete los sonidos de diversos instrumentos (denominados MIDI)  conectados a él.   También existe la posibilidad de realizar o completar la interpretación por métodos totalmente electrónicos, incluyendo , entre otras muchas ayudas, la realización de «loops» o bucles que repiten melodias.

También, a la hora de elegir, conviene tener en cuenta el tipo de música que uno prefiere interpretar: clásica, jazz, rock, étnica, etc, ya que ello a menudo se relaciona mucho con el tipo de instrumento.

Una vez aprendido el instrumento, se podrá tocar sólo o en grupo, en una orquesta, en una banda, en una rondalla o pudiendo participar en diverso tipo de actuaciones musicales.

RECOMENDADO PARA:

Es una afición para todas las edades.   En el caso de los niños, la edad ideal para aprender a tocar un instrumento musical es a partir de los 5 años de edad, teniendo en cuenta que los mejores instrumentos para iniciarse son la flauta y el piano, ya que no exigen demasiado del niño.

Por supuesto, esta afición está recomendada ante todo para los amantes de la música. Es ideal para personas que canten y quieran acompañamiento en sus canciones o composiciones con sonidos instrumentales y es una parte casi imprescindible del proceso de composición musical.   Tocar es una afición asequible para discapacitados visuales.

Por otro lado, tocar un instrumento sirve de herramienta para aquellos que deseen aliviar síntomas de ansiedad y combatir el estrés, así como para aquellos que deseen encontrar un hobby motivante y anímicamente positivo.

NECESIDADES PARA LA PRACTICAinstrumento musical hobby

Lo primero que necesitamos es el instrumento en cuestión. El gran abanico de posibilidades que existe, condicionará el coste de nuestra afición. Hay que tener en cuenta varios factores importantes, como nuestro presupuesto y características físicas (puede que por peso y tamaño haya algunos que no sean recomendables para ciertas personas): guitarras, pianos, flautas, saxofones, batería, asi como nuestros gustos o intereses: musica clásica, poprock, jazz, folk, etc…

Se puede combinar el instrumento  con el ordenador, a través de una interfaz llamada MIDI y su gran variedad de programas, siendo incluso posible tocar directamente desde el ordenador.

Los instrumentos  pueden ir desde los precios bajos a muy altos. Para ello, lo mejor es valorar cuál es nuestra intención y definir nuestras metas, para en función de ello escoger el que más se adapte a nuestras necesidades. No es lo mismo tocar en casa, que querer hacerlo delante de un público, así que si lo que queremos es iniciarnos y poco a poco ir probando, deberemos escoger el instrumento que se adapte a la situación.

En Internet o tiendas de música especializadas podremos encontrar el instrumento que estamos buscando, y además, gracias al enorme desarrollo de las plataformas digitales, se amplía en gran medida la oferta de componentes y accesorios. Para comenzar, es necesario contar con información previa respecto a la gama de instrumentos, que se puede obtener de profesores, tiendas, libros, revistas o recursos de internet.

Aunque las necesidades para cada instrumento varían, en muchos casos hacen falta conocimientos de afinación, tiempos, ritmos, o incluso solfeo. Por ejemplo, para guitarras o bajo se pueden leer melodías sin conocer las notas, mediante números, en lo que se denomina tablatura.  Existe la posibilidad de aprender mediante cursos presenciales o de forma online, en los que muchos incluyen clases prácticas vía Skype y otras alternativas.  Hay a menudo cursos económicos en centros culturales locales.  Las ventajas de aprender desde casa son notables; puedes escoger el profesor que te guste sin importar la localización, tienes la posibilidad de distribuir tus horarios lectivos de la forma que prefieras, sin importar hora ni día del año, se pueden grabar las clases para repasar y ver los errores cometidos, y por supuesto las condiciones meteorológicas ya no serán un impedimento para que el alumno no pueda asistir a clase.  El problema puede ser el ruido que se haga, que moleste a los demás.

Tener buen oído se puede considerar una necesidad, no obstante, nuestras capacidades auditivas pueden mejorar conforme vamos practicando y conseguir educar a nuestro oído. Hay instrumentos que básicamente se relacionan con el ritmo, como son los de percusión.   No obstante, sí es importante tener en cuenta que los tiempos de aprendizaje pueden acortarse o prolongarse, variando en función de cada persona. Es por ello que la motivación, es el ingrediente indispensable de este hobby. Además, es importante tener buenas habilidades motoras finas para tocar ciertos instrumentos, y que nuestra concentración sea constante.

Normalmente la práctica se realiza bien en un local particular o bien en una sala de ensayos que se puede alquilar.  Luego, a nivel individual o en grupo se puede participar en actuaciones, entre amigos, en fiestas, en salas, incluso en auditorios.  Asimismo se pueden subir a Internet las actuaciones a través de youtube u otras plataformas.  

La grabación y edición de música corresponde a la producción musical, que también se puede realizar a nivel aficionado.

Por otro lado, hay quien decide convertir su afición en forma de vida, enfocándolo hacia metas profesionales. Para ello existe la posibilidad de realizar una carrera universitaria a través de conservatorios, cuya duración puede ser de varios años (algunos de ellos de larga duración).

Tocar un instrumento combina bien con la afición por la música , acudir a eventos musicales, la composición musical y  la pertenencia a asociaciones o grupos.

BENEFICIOS Y RIESGOS DE TOCAR UN INSTRUMENTO

Beneficios para la salud de tocar un instrumento

– Alivia el estrés: la música genera una atmósfera positiva que puede ayudar a combatir el estrés.

– Afina el oído: aprender música refina las habilidades auditivas.

– Postura: Cualquier buen profesor de música va a corregir tu postura durante las clases. Esto puede ayudarnos a conseguir que nos sentemos con la espalda recta y así conseguir una alineación correcta, incluso cuando no estamos tocando.

– Rendimiento mental: ayuda a mejorar el rendimiento de la memoria.

Coordinación: con los dedos, las manos y los pies de una manera rítmica durante una cantidad de tiempo sostenido y al mismo tiempo ser conscientes de tocar los tonos correctos, puede ser un desafío incluso para las personas más coordinadas.

– Gestión del Tiempo:  Encontrar la manera de encajar la práctica en nuestro día a día, desarrolla mejores habilidades de gestión de tiempo y organización.

– Habilidades de lectura: aprender a leer partituras ayuda a fortalecer la capacidad de procesar información .

– Habilidades de escucha: aprender a escuchar música de otra forma mejora la capacidad para oír los detalles.

– Mejora la concentración: el enfoque es una parte necesaria del aprendizaje de un instrumento. Mejorar nuestras habilidades musicales obliga a utilizar todas las partes de su cerebro que participan en la concentración, lo que hace nos hace más capaces de focalizar en otras situaciones de la vida. Esta es otra razón de por qué la música puede ser  beneficiosa para las personas con trastornos como TDAH.

– Habilidades matemáticas. Aprender música tiene que ver con el reconocimiento de patrones, que son matemáticos en sí mismos.

Además puede aportar diversos beneficios en el área emocional:

Mejora nuestra expresión,Sirve de terapia: escuchar y producir música puede ayudar a combatir el estrés, el insomnio y la depresión, ya que actúa como salida para las emociones más difíciles. Puede ser una forma de relajación en situaciones complicadas, y una distracción sana de un día estresante.

Metas: Establecer un objetivo, trabajar en ello, y finalmente, cumplir nuestras metas ayuda a reforzar nuestra autoestima.

Nuevos amigos: la música puede ayudarnos a conocer gente nueva, ya sea participando en un coro, banda, orquesta, etc. La música como excusa puede ser una gran manera de hacer nuevos amigos.

Los riesgos son escasos y la mayoria tienen que ver con problemas relacionados con lesiones traumaticas por movimientos repetidos o por malas posturas. Ocasionalmente se puede producir estrés y frustración, por dificultades en el aprendizaje o en la práctica.

Con la colaboración de Estela Diaz, profesora de piano y amante de la música

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