En este post  revisamos el papel del ejercicio físico y mental sobre la aparición de demencia

 Ejercicio físico y demencia

Como se señaló en el post anterior,  está suficientemente probado que la práctica de ejercicio físico se relaciona con menor frecuencia de demencia.  Esto se achaca principalmente  a los beneficios del ejercicio sobre los problemas vasculares, muy relacionados a su vez con la demencia.   Lo que no está muy claro es cuánta actividad, cuánto tiempo, qué tipo y  qué edad de comienzo son los más recomendables.  Así, en este sentido, los hobbies que se relacionan con ejercicio físico (deportes, senderismo, pasear,etc…)  deberían ser beneficiosos respecto a una menor frecuencia  de demencia. 

Actividad mental y demencia

Se ha demostrado que la demencia es menos frecuente en personas que durante su vida han tenido más actividad mental, principalmente  en relación con nivel educativo y profesional.

Un tema de interés y de debate  es si, al margen del nivel educativo, una mayor actividad mental (el equivalente mental al ejercicio físico) protege frente a la demencia.   Hay estudios que demuestran que una mayor actividad cognitiva-especialmente durante la juventud o en edades medias de la vida-  se relaciona con menos incidencia de Alzheimer.

Dentro de actividad cognitiva se han valorado principalmente

  • el leer,
  • jugar juegos de mesa,
  • tocar un instrumento,
  • cantar
  • asistir a espectáculos.

Una persona poco activa a nivel cognitivo tiene  casi 3 veces más posibilidades de desarrollar Alzheimer a lo largo de 5 años.

No obstante, los estudios más críticos y exigentes señalan que no hay evidencia suficiente para asegurar que las actividades cognitivas (aparte del nivel educativo) disminuyen el riesgo de padecer demencia.

(En la parte 3 comentamos el papel de la reserva cognitiva y se dan las referencias bibliográficas).

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