En este post se explican brevemente los criterios utilizados para clasificar un hobby o afición como útiles.
Se han incluido en el grupo de hobbies UTILES aquellos cuya realización, en determinadas condiciones, puede producir beneficios económicos o bien tener consecuencias prácticas en la vida cotidiana como son la alimentación, ropa o ayuda en el hogar. La utilidad para la salud se ha valorado en un grupo aparte, el de hobbies SALUDABLES.
La utilidad económica o práctica no es la finalidad inicial de un hobby, pero a veces puede ser una consecuencia interesante, porque puede añadir mayor estímulo o emoción. La consideración de un hobby como útil no es fácil , ya que dicha utilidad puede ser indirecta o lejana, como ocurre con estudiar. Aunque hay hobbies, como actuar en teatro, crear joyas o ropa, que pueden producir ingresos económicos, lo habitual es que, si lo hacen, sean en cantidades pequeñas u ocasionales.
Ciertos hobbies pueden tener una consecuencia práctica directa como cocinar, hacer mermeladas, cerveza, cultivar plantas comestibles o aromáticas o bricolaje casero. Esa consecuencia práctica es más variable en hobbies tales como pesca o caza. Existen hobbies que producen beneficios solo dependiendo de lo que decida , como el construir bonitas manualidades que luego se regalan o hacer fotografías de bodas de familiares o amigos. En nuestra lista de útiles solo se han incluido los que nos han parecido tener una utilidad directa y evidente, aunque fuera
Si el hobby es claramente rentable puede pasar a convertirse en una profesión. Muchos de los hobbies tienen su vertiente paralela en actividad profesional, como ocurre por ejemplo en cualquier deporte, costura, cocina o electrónica. Por eso en ocasiones se han considerado como los hobbies más genuinos aquellos que no tienen su igual profesional como son las manualidades o el coleccionismo.
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